Para la nostalgia

El zorro fiel

El próximo lunes 11 arranca Doman con Somos Nosotros de 11 a 13 hs por Canal 13

Un fenómeno de la televisión se despide esta semana. Sus eternos seguidores tienen hasta el viernes para decirle adiós a una serie con una increíble permanencia histórica que funciona desde hace años como un “comodín salvador”  de la programación.
¿Quiénes lo ven incansablemente conociendo historias, capítulos, diálogos completos y canciones de memoria? ¿Quién recuerda a la perfección, sin repetir y sin soplar, los nombres de los lanceros del Sargento García y los enumera cual relator de fútbol que da la formación de un equipo a punto de salir a la cancha? ¿Son veteranos de cincuenta y más o hay también seguidores niños que heredaron de sus padres o abuelos este amor incondicional al enmascarado justiciero?
Para saber si Usted está en el grupo que supo darle hasta  ocho puntos de rating a las mañanas del trece, haga esta prueba: cante las primeras estrofas de la canción de apertura. Sí, claro que la recuerda. Arranquemos juntos . “En su corcel, cuando sale la luna, aparece el bravo Zorro.” Y la parte que más nos gustaba de chicos: “Al hombre de mal, él sabrá castigar, marcando la Z del Zorro”.



En esa época podíamos rayar los muebles de toda la casa con el compás de la escuela ante la impotencia de nuestras madres que nos veían corriendo amenazadores con sábana al cuello, mientras dejábamos la Z de huella. Ese es el caso de Alejandro, hoy a punto de cumplir 50 años. También podíamos inventar un idioma mudo para emular a Bernardo, ídolo también de unos cuántos. “Era el personaje que más me gustaba –dice pícaro Jorge de 36 años- Mudo, se hace el sordo y para el resto es invisible”. Potencial maravilloso para cualquier dramaturgo, el sargento García tampoco se queda atrás, aunque de niños, difícilmente pudiéramos apreciar la perfecta construcción de este antihéroe personificado por Henry Calvin. Recién hoy puedo asegurar que no hay nada más conmovedor que el Sargento García en camiseta. Y también hoy, me pregunto cómo pudieron sortear la censura de la dictadura frases como éstas: “Trabaja como esclavo y nunca tendrá un centavo” o “Brindo por el comandante con champaña, porque tiene el cerebro de una araña”. Tal vez porque para los militares era un personaje infantil y borracho. No habrán tenido en cuenta que los borrachos y los niños, siempre dicen la verdad. Como tampoco entendieron la historia de El Zorro que apareció por primera vez en La Maldición de Capistrano de Johnston MC Cully en 1919  y que describe la lucha de un hombre por liberar a un pueblo colonizado de la baja California.



La serie El Zorro con Guy Williams se estrenó en 1957 y duró dos años. Se hicieron 82 episodios de los cuales en 1992 se colorearon 78. Esos son los que con algunas interrupciones, muy pocas, Canal 13 pone al aire desde el 2003 con la exhibición de, actualmente, tres capítulos por día. Cada capítulo tiene una duración de entre 24 y 25 minutos. Imaginarán en estos años, cuántas veces se repitió cada capítulo para la confusión e incredulidad de los expertos en marketing e imagen y gratitud de los que saben que El Zorro “siempre rinde”. Nadie entiende tampoco, por qué gusta a  pequeñitos como Nico (11 años) y Luca (10) que conocieron al justiciero gracias a sus abuelos y pusieron en un brete a sus padres al pedirle el disfraz de El Zorro. Madres inteligentes sabrán que si no lo consiguen, (la remake del Hombre Araña tiene mejor prensa) siempre está la posibilidad de recortar un pedazo de tela y convertir al plumero en una hermosa e inocua espada.
Por último, mi admiración y pedido de disculpas por mi ignorancia a aquellos que más saben.
-¿Cómo se llama el Sargento García? – pregunté un día por su nombre de pila.
- Demetrio López – me contestó Gustavo (52)
-¿Cómo se va a llamar López si es García?
Tavito (Gustavo, el especialista) que admira al Cabo Reyes, me contestó con infinita paciencia: “Se llama Demetrio López García”.
Así nació mi sorpresa por los detalles y el profundo conocimiento que guardan “los zorristas” –permítanme el neologismo, se lo merecen - no solo en su memoria, sino también en su corazón.
Y sino escúchenlo al Tano, (Ricardo, 43) que lleno de pasión enumera a los siete lanceros que son tan necesarios para la comedia como desconocidos. Hasta hoy: Contreras, Ortigoza, Lugo, Figueroa, Ibáñez, Delgado y Romero. Si el cabo Reyes esquilmado por el Sargento García “ sólo quiere sus cinco pesos”, nosotros solo queremos que El Zorro vuelva cuando quiera, en su corcel, cuando salga la luna.



SMC.
                                                   

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