domingo, 31 de agosto de 2014

La cola y el código


                                                              

  Vivimos en sociedad aunque parezca una jungla. Tenemos leyes, normas, reglamentos y también, códigos tácitos. Esos son los que hacen que, por ejemplo, si estás  en la vereda haciendo señas a un taxi, el que pare, puede que no sea el primero que pasó porque tal vez acababa de doblar la esquina. El mismo taxista te hará un gesto para que tomes el otro coche que viene atrás,  por la  calle donde vos estás esperando.  Eso, el respeto al prójimo y (algunos malpensados dirán la mafia de los taxis), vaya uno a saber en qué orden, hacen que la cosa funcione y los mismos usuarios  aprenden el código y lo implementan.

Esto pasa en todos los órdenes de la vida. También en el supermercado. Si uno se encandiló con un producto de la góndola y largó su chango en el medio del pasillo, quien viene detrás, sabe esperar con paciencia que el carrito del vecino empiece a rodar nuevamente o, si está apurado, lo empuja levemente hacia un costado y se hace paso. Nadie se molesta si encuentra a su carro  unos metros más lejos o pegado a la góndola donde  lo tendría que haber dejado estacionado. Eso es tener códigos.
Cuando una llega a la línea de cajas y se acomoda formando una fila, puede pasar (y a la mayoría nos sucede) que aprovechemos ese tiempo de espera para dejar el chango en la cola y buscar algún producto que  habíamos olvidado comprar. Cuando una regresa a la caja quiere encontrar su carrito en la misma posición o, con suerte (y códigos) el cliente que estaba atrás  lo adelantó empujándolo con su propio carrito para ganar esos centímetros sagrados en la espera.
Pero no. ¿Qué pudo haber pasado con ese señor cincuentón, pelo canoso atado con una colita “progre” acompañado de señora mayor “paqueta” para que violara los códigos? ¿ Por qué el hombre sin tocar mi carro que rebalsa al punto de desvencijarse apareció sorpresivamente entre el cliente que ya estaba pagando la cuenta y mi chango, mientras apoya uno, dos, diez, veinte productos que él tiene y la ¿señora madre? le alcanza?
-“Epa, epa” –digo simpática (lo más que puedo) mostrando que yo soy la dueña del chango que quedó a sus espaldas y que traigo un último producto olvidado, pero que, sigo en carrera.
Silencio. Y sonrisa (de él)
-¿Qué pasó? –pregunto mirando a la señora madre sin dejar de agitar el producto en mi mano.
La señora mayor miró al señor progre y le legó la explicación: pensábamos que estaba abandonado,( no se abandona un chango en la fila), no había nadie, (fui a buscar un último producto), le pregunté al muchacho de adelante  y no sabía de quién era, (era mío), y bueno… son solo cuatro cosas,( si son cuatro cosas hay una caja para menos de diez productos), bueno lo lógico es que me dejes  ya apoyé la mercadería, (no, lo lógico es que pidas perdón y me dejes ocupar el lugar que me sacaste).
Todo en un tono muy cordial.  El señor de la colita (canosa, atada en su nuca ) empezó muy lentamente a retirar su compra de la cinta de la caja, tan lento que daba pena. Conservó hasta el último minuto una esperanza lastimosa.
Y yo, que tengo códigos, esperé con mucha paciencia. No dije una palabra más. El señor de la cola (de la caja del supermercado) su fue mascullando la bronca por la apiolada frustrada.
Una cosa es una distracción, un malentendido, un pedido, un favor. Otra es hacerse el boludo. Y eso, en el supermercado, es falta de código.(Y no de barras).


                                                                                 SMC

viernes, 22 de agosto de 2014

Elegía a mi amiga Martha (con hache) Salatino






Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

La mejor en lo suyo, la preferida de estrellas y artistas, la elegida incluso por las autoridades del canal para asesorarlos en imagen, ella, Martha (con hache) Salatino, como solía aclarar para no dejar tarjeta; porque no necesitó nunca otra carta de presentación que su trabajo. Solo bastaban sus manos y brochas y voilá: la magia de la televisión se ponía en marcha.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas

Creció en lo suyo a fuerza de sangre, sudor y lágrimas, impulsada por una pasión inmensa por el placer que le daba su trabajo. Se formó y capacitó con los mejores en el Teatro Colón, y llegó muy joven a Canal 13 donde ocupó después de veinte años, el cargo más alto de su sección: jefa de preparación de artistas en maquillaje y peinado.

Daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Por sus manos pasaron los rostros más conocidos e importantes del mundo de la política, la cultura, el deporte del país y del mundo. Y ella, tan profesional, pero tan fan de sus admirados, maquilló a los que querían y también a los “que no se dejaban”. Con una sonrisa compradora, convenció y sedujo a todos. Ella conocía el final del cuento: nos mirábamos en el “espejito, espejito” y nos creíamos los más bellos del mundo.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

Estaba en lo más alto de su carrera, con su propio estudio y asesoría de imagen, capacitando a los que trabajan en televisión. Porque siempre fue la que más inquietudes tuvo a la hora de sumergirse en las nuevas tecnologías. Entonces, primero para Canal 13 y luego para el Sindicato de Televisión, viajó por todo el país formando a otros profesionales de la imagen, impartiendo sus conocimientos en alta definición.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

No, Marthita no maquilló solamente. Martha (con hache y con todo el amor del mundo) nos llenó de belleza el alma. Ocultó defectos, miserias, inseguridades. Y nos delineó sonrisas, resaltó luces y secó lágrimas. Su carcajada estruendosa nos daba la bienvenida a la sala de maquillaje mucho antes de llegar. Siempre fue una brisa cálida en un mundo tan frío, egocéntrico y narcisista.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Tuvo dos hijos hermosos, Mariano y Mariela que la llenaron de vida. Dos pollitos rubios que la seguían por los pasillos del canal los días de horas extras y dedicación exclusiva. Jornadas de trabajos especiales donde se lució con caracterizaciones, producciones de Martín Fierro, Unicef, los Fund Tevé, noches de gala, entrega de premios y toda la edición de la Noche del Diez. Ella era la única que podía entrar al camarín “del Diego” casi sin pedir permiso. Una vez más, Martha se había ganado el respeto, ahora, el de Maradona. Y la envidia de muchos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

Y pasó el tiempo tan rápido: crecieron los hijos y se fue el amor de juventud. Cuántas peleas, proyectos y desamores. ¡Las vueltas de la vida! Tu compañero de siempre y ya separados, finalmente se convirtió en el más fiel de los amigos. Y de otra manera, te siguió amando, ahora, a los pies de tu cama del hospital.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

Qué luchadora, qué leona, a cuánto te enfrentaste, cuánto soportaste. Y lograste tus objetivos, conseguiste lo que querías, y cuando la meta te fue esquiva, te sobrepusiste y adaptaste a nuevos horizontes, siempre confiando, sabiendo que valías mucho más de lo que algunos querían en ese mundo tan hostil pero tan amado por vos. Tierra de espejos, reflejos y miradas que no siempre muestran la realidad.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta

Joven aún, con nuevos proyectos, con la valijita en la mano llena de alquimias y promesas de belleza, con los emprendimientos que te auguraban los productos con tu nombre y apellido: Martha Salatino (sí, Martuchi, amiga de mi vida, Martha, con hache).

quiero escarbar la tierra con los dientes
quiero apartar la tierra parte a parte
A dentelladas secas y calientes

Y me enojo con la vida y me enojo con la muerte que te merodeó tan temprano, cuando a tus ocho años supiste lo que era estar postrada en una cama, hinchadita, vulnerable, indefensa, sin saber si tus riñones iban a aguantar, con estudios y controles rutinarios.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Y acariciarte el pelo que cuando te conoci era rubio y en estos tiempos de cambios se transformaron en castaños. Cuidados, peinados, brillantes, impecables. Tanto era el detalle que te preocupaba, que en medio de la incertidumbre por un nuevo y cruento estudio médico, insististe en que no dejaran marcas, y si las hubiera, que fuera sutil, para no arruinar tu noble cabellera…

Volverás a mi huerto y a mi higuera
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

Quisiera verte en los pasillos del canal, con tu cajita “feliz” con brochas y polvos, subiendo las escaleras  hacia los estudios, llenando de luz y risas todos los espacios, retocando rostros y acariciando el alma, como siempre, como nunca tendrías que haber dejado de hacerlo…

De angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Porque eras excelente profesional, pero mejor persona. Porque escuchabas, aconsejabas. Fuiste maestra y madre para muchas de tus compañeras y sabia consejera aún de aquellos que solo se sentaban en tu poltrona esos pocos instantes para entregarse a un cambio estético, sin saber, que en tus manos, el cambio era total. Porque tenías ese don: el bálsamo completo, la escucha y la sensibilidad. La capacidad de ponerse en la piel del otro y acompañar.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Y tengo la suerte de haberte conocido. De habernos reído a carcajadas incomodando a estrechos de mente y reprimidos de afectos, vos, que desbordabas abrazos y alegría.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
Mi avariciosa voz de enamorado

Y nos llenamos de orgullo por nuestros hijos, batallábamos con anécdotas afines, que sus primeros pasos, sus gustos, sus amores; nuestros sueños, desvelos y satisfacciones.

A las aladas almas de las rosas
Del almendro de nata te requiero

Qué sola me dejas amiga, que te extraño, que te busco y no te encuentro
Tengo un mate cebado para vos, edulcorado, pero me sabe tan amargo en este día

Que tenemos que hablar de muchas cosas
Compañera del alma, Martha mía.


Elegía, de  Miguel Hernández, poeta español que escribió estos versos dedicados a su amigo Ramón Sijé.
                                                     

                                                           Ahora sé lo que se siente.

                                                                                             SMC

lunes, 18 de agosto de 2014

Amamos tanto a Lorquito




 Hace 78 años, en un estrecho camino andaluz al borde de un barranco, era fusilado  Federico García Lorca. Tenía 38 años y una inmensa obra poética. Dos años antes había sido aclamado en Buenos Aires mientras se exhibían con éxito Bodas de Sangre y  La Zapatera Prodigiosa ,terminaba de escribir Yerma y congregaba a cientos de admiradores ávidos por su Poema del Cante Jondo y Poeta en Nueva York.
Como si nunca se hubiese ido, la cartelera teatral porteña lo sigue homenajeando: La Casa de Bernarda Alba en el Regina, https://www.facebook.com/BernardaAlbaOK?hc_location=timeline  el unipersonal Poeta en Nueva York con Gustavo Parodi en el Centro Cultural de la Cooperación, http://www.centrocultural.coop/ y Anda Jaleo http://www.alternativateatral.com/persona75933-susana-toscano, una original composición de Susana Toscano en el Teatro de La Comedia, donde tres personajes de Lorca (Yerma, Bernarda y Doña Rosita) se reúnen para encontrar el cadáver de Federico y darle la sepultura que merece. Pero en lugar de funeral, el Gran Federico vive una fiesta en los escenarios de Buenos Aires y sigue tan  vigente como siempre. Vale el placer (la única pena es su muerte) recorrer las salas y llenarse de su  poesía.

                             
                                                                 SMC

domingo, 10 de agosto de 2014

Esto es ficción, aunque Ud no lo crea

 Diputados aprobó el traslado del monumento a Colón.
http://www.lanacion.com.ar/1717387-colon-un-final-humillante  En medio del escándalo y la polémica por las idas y vueltas, enfrentamientos primeros entre gobiernos nacional y porteño y su posterior acuerdo, se conoció la transcripción del primer encuentro que miembros de la Comunidad Italiana tuvieron con autoridades nacionales para evitar el traslado, cuando todavía la Costanera Norte no estaba en los planes como destino final. En lugar del Río de la Plata, el gobierno de Cristina Kirchner pretendía que Colón fuera emplazado frente a las costas de Mar del Plata.http://www.lanacion.com.ar/1597219-oscar-parrilli-sobre-la-estatua-de-colon-quizas-a-algunos-les-gustaria-tener-a-la-reina-de-i

Estos son los documentos apócrifos que revelan el ánimo que todavía persiste entre los protagonistas de esta reunión que no fue secreta, pero cuyos detalles, trascienden hoy, por primera vez. Aquí, el diálogo completo entre el Secretario general de la Presidencia, y cuatro italianos honorables y representativos de la vida cultural y comercial ítaloargentina. Uno de ellos, el anciano Giusseppe.


Secretario:   Buenos días, por favor
                    Siéntanse como en su casa                 
                    Les presento a los técnicos
                    De la Universidad de la Plata
                   Ellos les van a comentar
                    La  forma de restaurar
                    El monumento hermoso
                   Que vuestra comunidad  legó

Tanos:       ¿Restaurar dice usted?
                    Pero qué hipocresía
                    Todos hablan de mudanza
Giusseppe:  Mascalzone, mamma mia

Secretario:    Es cierto, hay un proyecto
                     Para llevar a la estatua
                    A un lugar más conveniente
                   ¿les resulta convincente
                    Que el navegante genovés
                    Pueda posar sus dos pies
                    En la arena, frente al mar?
Tanos:…   no estaría nada mal
Secretario: ,,,en Plaza Colón, frente al Casino…
Tanos:          Eso, ya es un desatino.
Giusseppe:  Colombo, nel casino
                     col denaro di  Ciccone…
                     Sei un coglione!
Secretario:  No me parece apropiado
                    Seamos serios, no insultemos
                    Se ve que la incontinencia verbal
                    también viene con la edad.
Tanos:     Don Giusseppe es de los más queridos
                 miembros de nuestra comunidad.
                Por favor, doctor, tenga piedad
                pedimos las disculpas del caso
Giusseppe: Ma adesso… che cazzo?
Secretario:  Sinceramente, lo siento
                   Todo lo del monumento
                  Nos enfrenta sin razón
                Tranquilos, ya hay  suspensión
                  Del traslado de Colón
                  La justicia así lo quiso
                  Aunque parezca un desquicio
Tanos:      Un recurso de amparo
                 Para que permanezca
                 Donde fue emplazado
                  Hace casi cien años                 
Secretario: Este Macri es un bribón
                 Se rasga las vestiduras
                 Impidiendo que la grúa
                  Intente  paliar
                 El olvido cultural
                 De una obra arrumbada
                Atrás de la Rosada
                Mientras tanto, una mujer aguarda…
Giusseppe: Qui arriva la Giovanna,
                  e quella che chiamate Juana?
 Tanos:    Juana Azurduy… la voz del Alto Perú
                ¿ por qué no la llevan adonde murió, a Jujuy?
 Secretario: Es un regalo de  Morales
                    No podemos quedar mal
                   Pero yo me refería a otra mina…
                   Quiero decir a Cristina
                   Que en uso de sus facultades
                   Decidió que el regalo de Evo
                  Desplace al autor del famoso huevo
                  El de  Colón, digo, que en definitiva
                  Por su culpa y la redondez del mundo
                  Es que estamos así, sin rumbo.
Tanos:      Esperamos cordura y respeto
                 Que se termine el tormento
                  y se acate a la justicia
                  Si  se declara todo nulo
Secretario: Así será. Muchas gracias.
Tanos :      Mucho gusto
Giusseppe:  E vai fangulo
                                                                 



Con todo mi humor y amor por la Comunidad Italiana. 
                                                                 SMC

Gula

En Roma, 42 euros por tres helados y una botella de agua. 


En Milán, lo vi cometiendo el pecado capital.

¿Quién va al infierno? ¿El goloso o el comerciante?



                                                                                                                       by Cassina


http://www.fanpage.it/roma-42-euro-per-tre-gelati-turisti-chiamano-i-carabinieri/oma, 42 euro per tre gelati: turisti chiamano i carabinieri



Los turistas alarmados llamaron a la policía. En vano. Tendrían que haber invocado a Dante.

                                                     Beatrice 

jueves, 7 de agosto de 2014

Mirá vos....

                                          

                                                   San Bombo                          

                                     
                                                                                 
                                                                                               by Cassina

                                Fe popular en el día de San Cayetano.
 

miércoles, 6 de agosto de 2014

Hay un cuervo en mi casa

                                                                            by Cassina


 Era tan chiquito que cabía en una mano. Lo apoyé sobre mi pecho y sentí su primer aleteo lleno de vida. Emitió un sonido suave como una queja, ni siquiera parecía un llanto, era más bien un gemido. Desde ese momento supe que era mucho lo que tenía que aprender y brindarle si quería que viviera en libertad.
Su cabecita negra se transformó rápidamente en una madeja azabache y en el resto de su cuerpo aparecieron hilos oscuros. Hace poco en una de sus extremidades le salió una pluma. Sé que vendrán más. Ya extiende sus alas, las mueve en círculos y ensancha su pecho cuando está a punto de cantar. Leí que estas aves pueden imitar los sonidos del medio ambiente e incluso la voz humana. Y en verdad, cuando todavía era un pichón, le escuché este grito ronco:
“Sanloleeeeeeee”, “Sanloleeeeeeee”. Con el tiempo sonaba como un graznido gutural:”San Lorenzo es un sentimieeeen, no se explica se lleva bien adeeeeeeentro”

Averigüé que son muy intuitivos e inteligentes. Son omnívoros y carroñeros. El mío, no come carroña, la junta en su nido, vaya uno a saber  qué espíritu lo impulsa a ello. Cuando lo indago me mira con esos ojos profundos y vivaces que logran hacerme olvidar  cualquier reclamo.  Son fieles a una misma pareja durante toda su vida  y tienden a vivir siempre en el mismo terreno. Será por eso que usa su pico largo y convincente para venderle un metro cuadrado por La Restitución Histórica a quien se cruce en su vuelo, incluso si pudiera, llegaría  al Papa Francisco, a Dios y a María Santísima. Y eso que es ateo. Pero muy trabajador. Tanto que dedicó jornadas enteras bajo el sol juntando ramas, palitos, raíces, cortezas, escombros y basura para limpiar junto a otros de su especie, el Predio Lorenzo Massa que hoy alberga al Polideportivo Roberto Pando.

Es un ave paseriforme, canora o cantora y se jacta de tener el cancionero más original y amplio del mundo. Como prueba va el último hit: ”No sé cómo explicarlo, te juro que me muero, sino estoy a tu lado. Yo tengo esta locura, no paro de alentarte. Porque a pesar de todo, te sigo a todas partes”.  https://www.youtube.com/watch?v=VyNKyIiA3CM El cuervo en cuestión canta primero con pequeños saltitos  que se incrementan hacia el final con un gran aleteo.

Una vez creí que era un pájaro carpintero. Toc toc, “qué clase de hincha sos”, croc croc ,“ no sabés cómo forman”, rok rok “tenés que ir a la cancha “,  krrr krrr, “es histórico”. Y lo fue. Era el 2009 y mi club, Estudiantes de la Plata ganó su cuarta Copa Libertadores de América y él, más cuervo que nunca, me revoloteaba en la cabeza y me contagiaba pasión.

Cómo no saber entonces lo que está viviendo ahora. Me asomo por la ventana y me parece verlo a la intemperie replegado sobre sí mismo buscando calor en una larga y fría noche, a la espera de ese alimento que tanto necesita para seguir avivando el fuego de un sueño que está cada vez más cerca: surcar el cielo de América y beber finalmente de esa Copa que siempre se le negó.

Solo espero que no llueva. Que no pase frío. Que amanezca pronto y vuelva a casa sano, salvo y con su entrada para ver el partido de vuelta de la final de San Lorenzo de Almagro frente al Nacional de Paraguay por la Libertadores 2014.

Ay qué insomnio. Ay cuánto desvelo. Ay, lo que es ser madre… de un hijo Cuervo.


                                                                                                                            SMC



domingo, 3 de agosto de 2014

El Zorro fiel

El próximo lunes 11 arranca Doman con Somos Nosotros de 11 a 13 hs por Canal 13

Un fenómeno de la televisión se despide esta semana. Sus eternos seguidores tienen hasta el viernes para decirle adiós a una serie con una increíble permanencia histórica que funciona desde hace años como un “comodín salvador”  de la programación.
¿Quiénes lo ven incansablemente conociendo historias, capítulos, diálogos completos y canciones de memoria? ¿Quién recuerda a la perfección, sin repetir y sin soplar, los nombres de los lanceros del Sargento García y los enumera cual relator de fútbol que da la formación de un equipo a punto de salir a la cancha? ¿Son veteranos de cincuenta y más o hay también seguidores niños que heredaron de sus padres o abuelos este amor incondicional al enmascarado justiciero?
Para saber si Usted está en el grupo que supo darle hasta  ocho puntos de rating a las mañanas del trece, haga esta prueba: cante las primeras estrofas de la canción de apertura. Sí, claro que la recuerda. Arranquemos juntos . “En su corcel, cuando sale la luna, aparece el bravo Zorro.” Y la parte que más nos gustaba de chicos: “Al hombre de mal, él sabrá castigar, marcando la Z del Zorro”.



En esa época podíamos rayar los muebles de toda la casa con el compás de la escuela ante la impotencia de nuestras madres que nos veían corriendo amenazadores con sábana al cuello, mientras dejábamos la Z de huella. Ese es el caso de Alejandro, hoy a punto de cumplir 50 años. También podíamos inventar un idioma mudo para emular a Bernardo, ídolo también de unos cuántos. “Era el personaje que más me gustaba –dice pícaro Jorge de 36 años- Mudo, se hace el sordo y para el resto es invisible”. Potencial maravilloso para cualquier dramaturgo, el sargento García tampoco se queda atrás, aunque de niños, difícilmente pudiéramos apreciar la perfecta construcción de este antihéroe personificado por Henry Calvin. Recién hoy puedo asegurar que no hay nada más conmovedor que el Sargento García en camiseta. Y también hoy, me pregunto cómo pudieron sortear la censura de la dictadura frases como éstas: “Trabaja como esclavo y nunca tendrá un centavo” o “Brindo por el comandante con champaña, porque tiene el cerebro de una araña”. Tal vez porque para los militares era un personaje infantil y borracho. No habrán tenido en cuenta que los borrachos y los niños, siempre dicen la verdad. Como tampoco entendieron la historia de El Zorro que apareció por primera vez en La Maldición de Capistrano de Johnston MC Cully en 1919  y que describe la lucha de un hombre por liberar a un pueblo colonizado de la baja California.



La serie El Zorro con Guy Williams se estrenó en 1957 y duró dos años. Se hicieron 82 episodios de los cuales en 1992 se colorearon 78. Esos son los que con algunas interrupciones, muy pocas, Canal 13 pone al aire desde el 2003 con la exhibición de, actualmente, tres capítulos por día. Cada capítulo tiene una duración de entre 24 y 25 minutos. Imaginarán en estos años, cuántas veces se repitió cada capítulo para la confusión e incredulidad de los expertos en marketing e imagen y gratitud de los que saben que El Zorro “siempre rinde”. Nadie entiende tampoco, por qué gusta a  pequeñitos como Nico (11 años) y Luca (10) que conocieron al justiciero gracias a sus abuelos y pusieron en un brete a sus padres al pedirle el disfraz de El Zorro. Madres inteligentes sabrán que si no lo consiguen, (la remake del Hombre Araña tiene mejor prensa) siempre está la posibilidad de recortar un pedazo de tela y convertir al plumero en una hermosa e inocua espada.
Por último, mi admiración y pedido de disculpas por mi ignorancia a aquellos que más saben.
-¿Cómo se llama el Sargento García? – pregunté un día por su nombre de pila.
- Demetrio López – me contestó Gustavo (52)
-¿Cómo se va a llamar López si es García?
Tavito (Gustavo, el especialista) que admira al Cabo Reyes, me contestó con infinita paciencia: “Se llama Demetrio López García”.
Así nació mi sorpresa por los detalles y el profundo conocimiento que guardan “los zorristas” –permítanme el neologismo, se lo merecen - no solo en su memoria, sino también en su corazón.
Y sino escúchenlo al Tano, (Ricardo, 43) que lleno de pasión enumera a los siete lanceros que son tan necesarios para la comedia como desconocidos. Hasta hoy: Contreras, Ortigoza, Lugo, Figueroa, Ibáñez, Delgado y Romero. Si el cabo Reyes esquilmado por el Sargento García “ sólo quiere sus cinco pesos”, nosotros solo queremos que El Zorro vuelva cuando quiera, en su corcel, cuando salga la luna.



SMC.
                                                   






Los despidos viajan en ascensor


Un conflicto laboral y las tres caras de la moneda


Como si el elevador se hubiese quedado entre dos pisos. Así están, en compás de espera. No se pueden bajar. Nadie puede subir. Es riesgoso abrir las puertas aunque esa función recae ahora en el Ministerio de Trabajo que dictó la conciliación obligatoria en el conflicto por el despido de siete operarios a principios de julio.
La empresa de mantenimiento e insumos de ascensores Fujitec, creada en Japón en 1948 y en el país desde hace más de treinta y cinco años, presentó el 11 de marzo de este año ante la cartera laboral y bajo el expediente 1611074, un procedimiento de crisis por “falta de trabajo y financiamiento”.
Para la Unión Obrera Metalúrgica es solo una excusa para despedir a 23 trabajadores. “Los balances 2012 y 2013 no demostraron ningún déficit” sostiene Roberto Bonetti, secretario adjunto de la UOM. “Y esto viene desde el 2011 cuando echaron a dos compañeros”.
El mes pasado la empresa despidió a siete operarios que tienen historias tan distintas como experiencia entre poleas, motores, rieles y cuerdas de acero. Un joven muestra la cicatriz que llevará de por vida en su antebrazo derecho, por quedar enroscado en una polea. El es uno de los despedidos y se pregunta qué otra empresa le dará trabajo con esa lesión.
Marcelo Sánchez tiene 33 años en Fujitec. En todo este tiempo se capacitó superando el vértigo a la altura hasta convertirse en calibrador experto, lo que lo ubica en una de las escalas más altas del Convenio. Pero eso no lo supo hasta el 2011. La empresa le pagaba un sueldo menor hasta que él reclamó por sus derechos. Hoy, también está en la calle y sostiene tímidamente un cartel de la UOM y asegura con dignidad que él no quiere indemnización. Quiere su trabajo. A los 55 años sabe que ninguna otra empresa lo va a tomar con un sueldo básico de 14 mil pesos sin contar adicionales ni horas extras.



En la otra vereda está María Elena Hara que trabaja hace 30 años en  administración y finanzas. Ella tuvo que enfrentarse cara a cara con sus propios compañeros y tal vez por la historia compartida, le habrá costado despedir a los más antiguos. “No es lindo. Pero tenemos que seguir trabajando. En una confrontación así, todos perdemos”. Para la empresa, que se sostiene con insumos adquiridos fuera del país, la merma en la importación le generó una baja significativa de la actividad en los últimos dos años. De todas formas no le impide trabajar con empresas y edificios de calidad y presupuestos altamente cotizados como la ya famosa “La Rosadita” y otros de Puerto Madero, el Shopping Caballito, y la línea H de subterráneos de Buenos Aires.
María Elena tuvo que sortear durante cinco días una montaña de escombros, basura, neumáticos, adentrarse en una carpa armada por la UOM frente a la puerta de FUJITEC y soportar los cánticos ensordecedores y los golpeteos contra la cortina metálica, para poder llegar a su puesto de trabajo. Ella, junto a otros compañeros con cargos jerárquicos y empleados que no adhirieron al cese de actividades, atravesaron  también otros obstáculos y molestias. Por suerte para María Elena, su nombre no fue parte del vejamen que quedó indeleble en el pavimento y paredes de la empresa. Quién sí ocupó ese primer lugar fue el presidente de Fujitec  que también es titular de la Cámara de Ascensores y Afines, Ernesto Espoille.



Durante esos cinco días, antes de la nueva conciliación obligatoria que vence este jueves, los vecinos del barrio también tomaron partido. El acampe, la suciedad, las batucadas con redoblantes y bombos que empezaban a las ocho de la mañana y terminaban a las tres de la tarde, sacó de quicio a todos. Ancianos, niños, mascotas con sus rutinas cambiadas, despertares con taquicardias y sobresaltos antes de que suene la alarma del reloj, actividades en oficinas y hogares interrumpidos por la violencia atronadora que jamás puede lograr comprensión, mucho menos compasión, generó en la mayoría, el deseo de que se “vayan a piquetear a lo del dueño de la fábrica”.
- Pero, el dueño está ahí, en la empresa.
- No, yo digo que se vayan a la casa del dueño, a escracharlo allá. Acá, así, no se puede vivir.
“Entonces, que se vayan a no dejar vivir a otros vecinos” –pienso y me adentro a ese mundo para comprender un poco más.



Imposible no angustiarse con la incertidumbre de los trabajadores.
Imposible no atemorizarse con el miedo al sabotaje o a la violencia física (el robo de fusibles o daños materiales es solo un botón de muestra) de los que deciden amparados por las leyes laborales, despedir y tercerizar a gusto y piacere.
Imposible no volverse loco ante la tortura diaria y permanente de los que defendiendo sus derechos desprecian el de los otros a vivir con tranquilidad.
El jueves vence la conciliación obligatoria. El jueves se sabrá si el ascensor se pone en movimiento.

El jueves se verá si sube. O si baja.

SMC.